Es una de las etapas del método de
diseño en ingeniería mas importantes. Es una forma de abordar el diseño en dos
pasos. Primero el grupo identifica los aspectos clave del proyecto que tienen
que ser resueltos y se estudian distintas formas de solución. Después se
desarrollan múltiples opciones de diseño cruzando unos con otros.
Desarrollada por los estadounidenses
Hanno Weber y Michael Pyatok, esta propuesta no se restringe al campo del
diseño. De hecho es aplicable a procesos más complejos, en términos de actores
y decisiones, trascendiendo la actividad del diseño arquitectónico. Al igual
que en Livingston, el programa de necesidades se define colectivamente en una
etapa inicial de construcción de criterios, en que se definen las variables del
problema de diseño que se consideran prioritarias, es decir, se procede a
identificar los aspectos clave que tienen que ser discutidos y decididos.
La segunda etapa corresponde al
desarrollo de opciones, en que se desarrollan las opciones posibles para cada
una de las variables así como sus combinaciones, lo que permite analizar sus
formas de interrelación. Para este propósito se hace uso de técnicas de la
investigación social, como talleres, lluvia de ideas, etc. y después trata de
visualizar en matrices las distintas combinaciones de solución. Cuando la
matriz se refiera a opciones de diseño las casillas pueden ser esquemas,
perspectivas, etc. Pero el método también permite trabajar otros aspectos de la
producción habitacional (organizativos, económicos, etc.).
En función de la complejidad del
caso, el método se va repitiendo definiendo variables y opciones en sus
distintas escalas de decisión: el barrio, el edificio colectivo, la vivienda,
etc. En la recomendación de G. Romero:
“Se puede empezar por el desarrollo
de esquemas de opciones muy abiertos e ir cerrando a un número manejable por el
conjunto de actores. Estos esquemas pueden ser: Para entender el problema; Para
establecer las relaciones generales entre los diversos aspectos a considerar;
Para decidir sobre el entorno espacial colectivo; Para decidir sobre las
viviendas y sus espacios. (…) Al analizar una diversidad de alternativas, en
cada nivel de complejidad, los participantes no sólo amplían su conocimiento de
lo que es posible, sino que también se capacitan a sí mismos para emitir juicios
de lo que es deseable”
Conforme se van reduciendo opciones,
se reduce también el nivel de complejidad y los debates en cada una de sus
escalas van configurando la visión grupal. Es importante seleccionar un número
de opciones adecuado para una discusión útil y eficaz.
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